“Si te he dado todo lo que tengo, hasta
quedar en deuda conmigo mismo…” Lo sé, lo sé es parte de una canción
repetidísima, pero hace un par de días la escuchaba en un evento, y, gracias a
la pasión con la que el chico la gritaba en el escenario, pensaba en la letra y
en qué circunstancias tienen que pasar para quedar en deuda con uno mismo.
Ya está más que hablado que, no importa quién seas,
tu vida, tu cuerpo, tus sueños, tus metas, tus ideas, tu opinión, tus gustos y
tu personalidad tienen un incontable valor, y tan preciosa es nuestra esencia
que debemos hacer todo lo posible para tomar decisiones que protejan esa parte
de nosotros mismos con toda diligencia.
La idea para este tema, la tomé no solo de esa
canción, vino también de un EP de The Secret Garden Tv., hablando del sexo,
siendo parte fundamental de lo que somos, y cómo debemos tratar nuestra
sexualidad con fragilidad, siendo un mundo de vulnerabilidad dentro de nosotros
que no solo nos afecta físicamente, sino que afecta todo nuestro ser: mente,
cuerpo, alma y espíritu.
El tema, originalmente va dirigido a chicas
sexualmente activas, que toman la elección de dar apertura al nuevo mundo, sea
por lo que sea. Pero, no todas las chicas que leen estos temas y tienen estos
debates mentales son tan activas, pero siempre toman decisiones importantes, de
entregar algo especial por sea lo que sea, y es necesario que podamos explorar
si estamos tomando las decisiones correctas por los motivos correctos, o
necesitamos hacer un pivotaje antes de perder lo que somos y quedar en deuda
con lo que hay dentro de nosotras.
No voy a decir que, en tiempos modernos, porque
considero que siempre ha ocurrido el que, hagamos o dejemos de hacer cosas por
complacer o encajar en cierta situación, lugar, momento, persona o vida que no
nos pertenece, y aunque ya hablé de este tema mil veces en el blog, no está
demás repetirlo las veces que sea necesario hasta aprendamos (yo en primer
lugar) la lección a la hora de tomar decisiones correctas, considerar los
motivos y pensar, pero… ¿Realmente vale
la pena?
Entonces, mi consejo para este día es que pensemos
un momento en los motivadores de nuestras decisiones en cada aspecto de nuestra
vida, buscar un trabajo, escoger una carrera, ponerse o dejar de estar en una
relación, salir del nido; y pensar si ... ¿esas motivaciones valen la pena?
¿Por
qué y para quién tomo las decisiones que tomo?
¿Me
siento solo?
¿Estoy
enamorado?
¿Necesito
afirmación?
¿Quiero
ser querido?
¿Anhelo
la satisfacción?
¿Busco
venganza?
¿Busco
aceptación?
¿Comparación?
¿Trato
de obtener un reconocimiento?
¿Deseo
popularidad?
¿Ganas
de fanfarronear?
¿Siento
la presión?
Sea lo
que sea ... ¿realmente vale la pena?
¿Quiero
impresionar a mis padres?
¿Mi
mejor amigo o amiga también lo hace?
¿Es
normal entre mis compañeros?
¿A él
le gusta?
¿A
ella le gusta?
¿Solo
yo falto?
¿Solo
yo lo hago?
¿Alguien
más se beneficia?
Sea
por quién sea ... ¿realmente vale la pena?
Xiomy M.
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