No todos los pilotos son guapos



Para este episodio, una llamada a medianoche con mi colega y compañera Jens fue suficiente.  Entre risas y bromas nos animamos a escribir sobre un libro “salvaje" que se nos ocurrió leer a mitad de nuestra carrera universitaria, y que tomamos como descanso en medio de las tareas. 

Leer a Colleen Hoover fue una decisión instantánea, sin necesidad alguna de analizar si debíamos o no. En muchos blogs, reseñas y personas que ya habían leído sus historias nos la recomendaron;  pero Ugly Love fue una osadía y un capítulo estremecedor. Puede no ser el mejor libro del mundo o el mejor de este genero; sin embargo, Miles Archer tiene un sentimiento que te hace conectar,  por lo menos con nosotras lo logró; nos referimos al dolor.

La historia trata sobre una chica llamada Tate que vive un salvaje 😏 “romance” con un sexy piloto, al que conoció estando ebrio, tirado en la puerta y que casi le arranca la mano. Sin mucha conversación, acuerdan manejar sus vidas como completos desconocidos a excepción de sus encendidos encuentros y bajo dos inquebrantables reglas:




La narrativa se divide en 2, en el presente y un confuso pasado narrado en verso por Miles. 

Pero, como lo primero que prohíben es lo que más nos gusta hacer, la muchachita se enamora perdidamente del antipático y frío Archer. Por momentos te dan ganas de entrar a la historia y decirle “amiga date cuenta", ya que la relación es física y desde que se empezaron a mezclar sentimientos dejó de ser divertida; por otra parte, Miles nos hacía enamorarnos de su pasado, de la fragilidad de sus sentimientos y lo mágico del primer amor. Era como si nos hablaran de dos chicos completamente diferentes que nada más tenían el nombre en común.

Como toda historia, sea real o ficción, no siempre es felicidad, y la tragedia simplemente llega. 

¿Recuerdan que al inicio les hablamos acerca del dolor? Ahora sabrán porqué. 

Tate se profundizaba en sentimientos por Miles, que iban más allá de la compañía física, y deseaba una verdadera relación con alguien que no hacía más que transpirar indiferencia. Un completo caos.

Queremos dejar algo bien en claro, a la primera que escuchemos decir que quisiera tener una relación como la de Tate y Archer, a esa le damos un zape en la cabeza. Es una relación tóxica, no amiga.

El motivo de las actitudes frías y pesadas de Miles era su primer amor: Rachel, con quien compartió un bebé; y como a la escritora se le ocurrió hacernos sufrir, el bebé muere y la culpa construye el muro de desprecio alrededor del guapo aviador.

Este mismo motivo da origen a las dos reglas, no preguntar por un pasado que no se quiere explicar y no esperar un futuro al que no se espera llegar.

Algo que honestamente nos parece cruel, es que mientras Archer moría lentamente de dolor, Rachel ya lo había superado por completo y tenía su vida completamente realizada.

Esta historia nos deja varias lecciones:

1. No todos manejamos el dolor de la misma forma y no hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo.

2. Las apariencias y primeras impresiones engañan.

3. Todos merecemos una segunda oportunidad.

4. Hablar de lo que nos duele no nos hace débiles. 

5. Al fin entendimos la portada del libro.

Como dato doloroso, en el primer encuentro entre Miles y Tate, Miles estaba tirado a la puerta del departamento completamente borracho, y la impresión que nos dejó era de una persona con una vida desordenada; pero realmente, había tomado tanto porque era el aniversario de la muerte de su hijo.

Permiso para llorar, concedido. 








En medio de risas, música y melancólica. 
Xiomy Mendoza junto a Jens.

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